Hay un lugar donde mueren,
por fin nuestras soledades.
Donde nosotros pertenecemos,
con todas las libertades.
En las esquinas en donde paran,
las penas de las ciudades.
Será nuestro loco paraíso de nostalgias
y cuna de oscuridades.
Soñamos la idea un destino
que guía todos nuestros pasos.
Que cuida nuestras pobres almas
de las glorias y los fracasos.
Sera cuando tenga que ser.
pero si es que sea para siempre.
Ayer , mañana y pasado,
y todos los 4 de noviembre.
Que no nos divida la fe,
ni el pensamiento mas anacrónico.
Que se haga en la tierra como en el cielo,
la voluntad del piberio bionico.
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